martes, 13 de mayo de 2014

La Teoría del Disenso o "rebanadas de inepcia intelectual" (1)

Alberto Buela ha batido un récord dificilmente superable en el ranking de la inepcia filosofal.  El escrito que más famoso le hizo y le proyectó al estrellato (en el sentido de estrellarse contra una pared), a saber, la "Teoría del disenso" (1999) es un panfletillo de unas 15 páginas, dirigido contra Jürgen Habermas -algo que se reconoce expresamente en el abstract-, en las que no se detecta, pese a una exhaustiva exploración microscópica, ni una sola cita sobre el filósofo alemán, ni una sola refutación o réplica concreta de los profundos, serios y documentados argumentos de Habermas.
Conclusión: Alberto Buela no se leyó la Teoría de la acción comunicativa (1985), un tratado de filosofía de primera magnitud, en dos tomos de densa filosofía alemana, de 517 y 618 páginas respectivamente en la edición española, donde se intentan establecer los fundamentos de una teoría crítica de la sociedad.
Buela no tiene ni idea de las argumentaciones de Habermas, como demostraremos con una simple lectura de su tabernario y bochornoso opúsculo.
En próximas entradas nos compremetemos a levantar acta de uno de los mayores fraudes de la filosofía iberoamericana, una vergüenza para la institución académica argentina. Creemos que Buela debería trabajar de basurero. Argentina se insulta a sí misma si mantiene a Buela como pintoresco profesor de la Pampa. Argentina cae en la infamia al aceptar a Buela en calidad de referente intelectual incluso de la derecha más rancia, inquisitorial y mezquina del mundo de las letras filosóficas. Buela comete faltas de ortografía, es un ignorante, un difamador, un mentiroso, un maleducado que insulta a todo el mundo y que con todo el mundo se ha peleado. No hay nada en Buela que permita, en fin, perdonarle sus excentricidades personales en nombre de la genialidad del escritor, porque nunca ha rebasado el nivel del periodismo pseudo filosófico de baratillo.
Es necesario pasarle cuentas a Buela. Por el bien de la Argentina, por el bien incluso de los sectores nacionalistas de la política de este país, por favor, retiren a Buela piadosamente del esparate. Su simple existencia pública es una mofa nacional. 

Barcelona, 13 de febrero de 2011